Mirando hacia atrás: por un porvenir mejor

Castillos de España. Castillo que es una enhiestas cresterías señalan la prosapia de una Historia llena de nobleza, de ruinas, ensueños también. Castillos que desparramados por los pueblos y ciudades de nuestra Patria, dicen todo un poema a los Rodrigo Díaz de Vivar, a los Gran Capitán, a los Alfonso X el Sabio. Castillos que fueron adelantados de la civilización, cuando España era dueña y señora de tierras y mares.

Castillo de los Guzmanes, aquí en Niebla, destruido, abandonado, muerto con vitalidad de duras piedras; Castillo, Campo Castillo, como se le ha conocido siempre – ¿Por qué..? -, en el que hoy no se puede entrar sin sufrir un ramalazo de desencanto ante la triste realidad de una realidad desamparada; digo este tesoro, porque tesoro en lo que explotándose deja buenos dividendos al erario municipal tan esquilmado hoy y siempre ante la penuria de nuestra pobreza- valga la redundancia-, pobreza que ha debido erigirse en riqueza si este Castillo de los Guzmanes, Alcazar predilecta en antigüedad hubiese tenido el apoyo nacional que muchos monumentos históricos con menos meritos que el nuestro ha tenido.

Castillos de España, Castillos de la provincia. Castillo de Niebla, por el que un cura de Aldeas, cordobés y una extranjera, ilustres los dos acompañados y ayudados por el Duque de Alba, iniciaron allá por los años del 16 al 35 y consiguieron, la realidad del mayor turismo que ha tenido Niebla.

Castillo de niebla y de Andalucía. La historia se empareja con todos ellos y merecieron aquellos versos que encajan por antonomasia aquí; versos del eximio poeta árabe- ¿onubense, , cordobés..? – Aben Hazán:

“¿Qué castillos son aquellos? ¡Altos son y relucían! El Alambra era, Señor. Y la otra la Mezquita. Los otros los Alixares. Labrados a maravilla. El moro que lo labraba, cien doblas ganaba al día. Y el día que no los labra, otras tantas se perdía. El otro es Generalife. Huerta que par nos tenía. El otro Torre Bermejas. Castillo de gran valía.”

Castillo de España que cubren las rutas de nuestros pueblos, de nuestras ciudades, como este de Niebla que a la vera de la ruta Colombina, marca un hito en la historia de Andalucía, como bastión inaccesible hacia los antiguos reinos de Sevilla y Córdoba. Castillo de los Guzmanes, sobre el que Morgado y Caro dice: “Los feñores Condes de Niebla, fue primero Dueños fabricaron aquí un Palacio tan grade y magnifico, como una Cafa Real.”

Exactamente, como una Casa Real, tan grande, tan extensa, que todo el pueblo está dentro de ella.

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