Fiesta en Honor a San Walabonso, patrón de Niebla. (Programa de Actos Liturgicos)


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San Walabonso.

Hijo preclaro y santo patrón de la ciudad

La dominación romana en el mundo trajo como consecuencia unas de las épocas mas dura y mas gloriosas para el cristianismo, empezando en el magnicidio del Gólgota. En aquella época del paganismo romano, en aquel crimen tuvo parte un iliplense como Decurión de las centurias del Cesar.Clodio Fabato, quien, arrepentido, se convirtió al cristianismo.

En la época de la dominación árabe, Ab-del- arman- Abul- motrefo reinaba en Córdoba, allá por el año 851, un Santo Varón de Lebla (Niebla), fue inmolado en aras del cristianismo.

Contraste de dos épocas, cara y cruz de dos hijos de la Ilipla romana y la Lebla árabe que demuestra la gran importancia de este pequeño pueblo en los comienzos de la civilización, en las duras luchas de los imperios tartéssicos, romano, visigodos y árabes.

Según la tradición San Walabonso y su hermana Maria, nacieron en Niebla sobre los años 829 y 831 en las afueras del pueblo en el antiguo arrabal, cuya casita, ahora convertida en su ermita después de once siglos.

En aquellos días turbulentos de la denominación sarracena el padre de San Walabono se había casado con una mora, al convertirse ésta al cristianismo tuvo que huir para salvarse de la persecución que se entabló contra ellos refugiándose en la Villa de Proniano a varias leguas de Córdoba, ciudad imperial donde habían de sufrir el martirio sus hijos.

Walabonso que lo sufrió el 7 de Junio y Maria su hermana.Hecho que ocurrió un 24 de Noviembre del año 851, cinco meses después de ser sacrificado su hermano.

Niebla, la que se vanagloria de ser la única ciudad de tener hijos Santos como San Walabonso y Santa Maria en la provincia de Huelva, tenia que hacer un hueco en esta pagina para dedicarle nuestro recuerdo y cariño a nuestros Santos Patronos.

Publicado por: Segundo A.B.

Recordando el pasado



El día 12 de mayo del año 2000, la Hermandad de la Virgen del pino, convocó asamblea extraordinaria de hermanos y la idea fue ampliar un día mas, de romería quedando así, por mayoría de los asistentes, 112 contra 55 votos.

La Hermandad de la Virgen del Pino y Santos Mártires Walabonso y Maria, reunida en asamblea extraordinaria de sus miembros acordaron por amplia mayoría de sus asistentes, aumentar con un día mas la romería en honor de la Excelsa Patrona, que se celebrara durante el ultimo fin de semana del mes de mayo.

La junta de Gobierno de la Hermandad se vió obligada a debatír y votar este tema por las presiones del sector mas joven de sus hermanos, por lo que convocó una asamblea extraordinaria para estudiar la incorporación del viernes a la fiesta romera, que se ha convertido en los últimos años en la mas participativa de cuantas existen en Niebla. La idea fue sometida a votación en el salón de actos de la Hermandad y los 112 partidarios de incorporar el viernes a la romería, pudieron a los 55 no.

La romería del mes de mayo en honor de la Virgen del Pino se inicio, en el año 1973 al decidirse con la mediación del párroco de aquella época Manuel Vázquez Castilleja, dejar de celebrar las fiestas cruceras tan típica en la zona de nuestra provincia, pero que en Niebla, e igual que en otros lugares, dividían a la población en dos “bandos”, uno perteneciente a los partidarios de la cruz de Arriba y otro compuesto por simpatizantes de la cruz de Abajo. Aquella decisión, a pesar de la polémica suscitada por algunos sectores de la población, cuajó de una forma sorprendente entre los habitantes de la vieja ilipla, al verse como una idea que pretendía solo y exclusivamente la unión de todos bajo la celebración de una única fiesta romera que se celebra desde entonces en honor de la “Reina de las Murallas”, en el bello paraje de Lavapies.

En principio, el peregrinar era de una sola jornada, la del domingo, idénticamente a los “romeritos” cruceros de la época pero al verse que la gente era deseosa y pedían un alargamiento de la fiesta, decidiéndose ampliar su celebración también en sábado. De salir la romería en la tarde del sábado, se paso a la salida matinal y a partir de este año las jornada romera se amplían nuevamente, pues contará con salida en la tarde del viernes, vuelta en la tarde del domingo y fiesta local seguirá siendo este año el lunes de “resaca”.

los efectos del terremoto de Lisboa el 1 de Noviembre del año 1755 en Niebla

La documentación que el Archivo Histórico Nacional había recogido pueblo a pueblo se obtuvo a partir de una encuesta que el rey Fernando VI (que había sentido el temblor en el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, desplazándose de forma acelerada ese mismo día a Madrid) ordenó llevar a cabo el día 8 de noviembre al Gobernador del Supremo Consejo de Castilla, a la razón Obispo de Cartagena, solicitando información sobre lo acaecido en España a causa del terremoto. Para llevar a cabo esta encuesta se confeccionó un cuestionario que se debía contestar sin dilación, dirigido a las personas de mayor razón de las capitales y pueblos de cierta importancia de toda España. Casi literalmente, la encuesta contenía las siguientes preguntas:

1. ¿Se sintió el terremoto?

2. ¿A que hora?

3. ¿Qué tiempo duró?

4. ¿Qué movimiento se observaron en los suelos, edificios, fuentes y ríos?

5. ¿Qué ruinas o perjuicios se han ocasionado en las fábricas?

6. ¿Han resultado muertes o heridas en personas y animales?

7. ¿Ocurrió otra cosa notable?

8. Antes de él ¿hubo señales que lo anunciasen?

Consideramos que las preguntas están básicamente bien realizadas y podrían aportar muy buenos datos si se respondiesen adecuadamente, sin embargo se advierten en muchas de las contestaciones carecían de importante información o se detectan exageraciones, imprecisiones o coincidencias. No es el caso del maremoto que aunque explícitamente no se pregunta sobre los daños que ocasionó, existen numerosas referencias sobre este fenómeno.

Toda esta documentación recopilada por el Archivo Histórico Nacional queda transcrita por orden alfabético en el Apéndice II. Por desgracia existentes localidades incluidas en el resumen de la Real Academia cuyo escrito original no ha sido encontrado en el Archivo Histórico Nacional, por lo que se ha Añadido dicha información en el apéndice III. Un índice toponímico con todos los pueblos y ciudades citados se encuentra recogido en el Apéndice IV.

El informe de Niebla fue el siguiente:

En Niebla empezó el terremoto, después de las 10. Duró cerca de media hora. Maltrató mucho las Iglesias, las Casas Capitulares y otros edificios, derrocando media torre del Castillo, pero no hubo desgracia de personas. En el camino de la villa a la ciudad de Moguer se abrieron varias bocas, que arrojaron mucha agua, y arena negra que olía a azufre, y puesta en llama de una bujía chispeaba.

RELACIÓN de los efectos que en esta villa de Niebla ocasionó el espantable terremoto que en ella dio principio antes de las diez del día primero de mil setecientos cincuenta y cinco que duraría, según el parecer de los vecinos, como de doce a quince minutos.

Luego que se experimentó dicho terremoto, que lo previno la Divina Misericordia con un gran ruido como de coches que se oyó antes, salieron todas las gentes a los campos y Plazas públicas asegurándose de los estragos y ruinas que esperaban, pidiendo a Dios misericordia. Con el mortal temor de ver bambolearse los edificios que parecía no estaban cimentados, estremecerse y abrirse las paredes, pero con facilidad de no haberse experimentado los estragos y ruinas que amenazaban, por que habiéndose mandado después reconocer por Maestro de alarife dichos edificios para con vista al estado de cada una de las convenientes providencias a precaver todo peligro, y asegurar el estrago de mayor ruina, se vio que la azotea o mirador de la torre de la Parroquia del Señor San Martín se mando a derribar.

En esta Iglesia y en las demás Parroquias de Nuestra Santa Maria, y Señor Santiago, se reconocieron diferentes rajas en algunos arcos de ellas, sin ofrecer peligro alguno.

En el convento del Señor Santo Domingo se cayó parte del campanario, se dejo mucha parte de la Iglesia, se cuarteo su media naranja y la de la capilla de Nuestro Señor del Rosario y se cayeron los tabiques de las celdas.

Las Casas Capitulares se hallan todas sus paredes destronadas habiéndose arruinado una de ellas que linda con el corral de la cárcel pública a los ocho días del pasado terremoto, y las demás con la precisión de repararla por el peligro que amenaza.

La cárcel se halla igualmente con diferentes quiebras en las paredes que piden el mas pronto remedio por la calidad de ellas.

El mayor numero de casas de esta villa se halla con algunas rajas en sus paredes, sin que ofrezca algún peligro, a excepción de siete u ocho que se van a derribando sus paredes, y reedificándolas para asegurarse de todo riesgo.

La torre del homenaje del Castillo se partió de alto abajo, cayó la mitd y las otras quedo amenazando ruina.

La felicidad de no haber experimentado en esta dicha villa desgracias de persona alguna ni estrago que se ha oído de otros pueblos inmediatos, se atribuye a el benigno patrocinio de la devota Imagen de Nuestra Señora del Pino, singular abogada en cuantos desconsuelos han afligido a este pueblo, que se venera en su ermita que esta a distancia de medio cuarto de legua en un valle, inmediato a un arroyo que llaman de Lavapiés, en cuya ermita con la casa de su santero y hospedería no se ha visto que dicho terremoto ocasione quiebra alguna ni el más leve desconchado no siendo sus fundamentos los más fuerte.

Los dos Cabildos, eclesiástico y secular, pasaron a dicha ermita y, en procesión, condujeron a esta Milagrosa Imagen a la Parroquia de Señora de Santa Maria, en donde, acompañada de los dos Patronos de esta villa, el San Walabonso y el Señor Santo Domingo de Guzmán, se le ha hecho un novenario en hacimiento de gracias por haber mirado a este pueblo con mayor piedad y aplacar el enojo con su que Divina Majestad ha manifestado su sagrada ira, habiéndose hecho en el día última procesión por todas las calles y después cantando el te Deum..

Programa de actos de la Romeria de Ntra. Sra. del Pino los dias 27, 28 y 29 de Mayo del 2011. Niebla (Huelva )

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La Hdad. de la Virgen del Pino invita al pueblo
de Niebla y visitantes a la Romeria 2011,
deseandoles unas !! Feliz Romeria ¡¡

El acueducto romano que traia agua a Niebla desde la Bienvenida a unos 15 Kmtros.

La 1º foto es posilimente como era el acueducto y la 2ª son los resto
que hay junto a la carretera Niebla valverde.

Según, Elena Wisahw:

El abastecimiento domestico en el casco urbano se realzaría por medio del antiguo acueducto romano, que proveniente de la zona de la Bienvenida no tenia que atravesar el río Tinto, y por pozos artesianos, muy frecuentes, como venían comprobando en sus excavaciones en el recinto histórico de la ciudad. El empleo de norias intramuros para la captación de agua también esta atestiguada por la aparición de arcaduces y algunas referencias históricas, entre ellas la noria que existía en el interior de la barbacana del Castillo de los Guzmanes, antigua alcazaba islámica.

Localizacion del yacimiento de la ollita según plano de E, Wishaw, según estos datos, opinaban que la captación de agua de la noria procedería de un canal (Cazos de Niebla), perfectamente descrito y croquizado por Elena Wishaw.
Este sistema de extracción de agua de un canal subterráneo por medio de noria es similar al documentado en el Valle de Andarax. Ese caso de captación de agua se realizaba desde la rambla por medio de una cimbra, mientras que en Niebla la mala calidad de agua del Río Tinto, contaminada desde su nacimiento en los filones minerales del Río Tinto, obligaba a buscar otras fuentes alejadas.

La descripción de Elena Wishaw de un canal proce-Asdente de la sierra de San Cristóbal que discurría junto al pozo de noria, que lleva a clasificar este sistema de captación basada en el empleo de ganat y saniya.

Este sistema permitiría el uso de agua sin contaminar para el riego de la llanuras de inundación del no Tinto, sin tener que recurrir a la aguas del río, cuya acidez por los canales de hierro y cobre abrasa todo lo que entra en contacto con ella. Este sistema suplanta, pues, el uso del agua del río, aunque obliga a la construción de un largo canal hidráulico de menos envergadura que el agua de la Bienvenida, el acueducto romano que traía el agua a Niebla desde una distancia superior a los 15 kilómetros.

Se ha insistido mucho en el origen oriental del uso de ruedas hidraulicas, pero este tipo de instrumento fueron ya conocido en época romana, utilizadas preferentemente en el desagüe de las minas, y en la Antiguedad Tardia hay constacia de utilizacion en los ciclos de riego.

La leyenda de la Puerta del Socorro



La mañana se mostraba diáfana y esplendida. Las huestes cristianas se disponían a estrechar el cerco de la ciudad de Lebla, El grueso del campamento se había establecido frente al Arrabal de los árabes; y las mesnadas de los caballeros leoneses, en previsión de una retirada forzosa, tenia cortado los caminos que conducían al puente romano. Las maquinas de guerra se hallaban lista para atacar el lienzo de Occidente que era el punto mas débil de los muros de la ciudad. El arzobispo de Rodrigo montado en su yegua torda llamada Jirafa por su altura, seguido de los ricos hombres y caballeros de Castilla, arengaba a las tropas.

A los soldados árabes, en apretadas filas, y parapetados detrás de las almenas de los muros, se les veía acudir a los sitios de mayor peligro, engendrando con sus movimientos un confuso y extraordinario rumor.

Mas de pronto, cesaron aquellos gigantesco ruidos y todas las miradas de las tropas cristianas se fijaron en las torres de la puerta norte de Lebla, donde Aben-Malof, con reluciente vestiduras, acompañado de los Ulemas, para mas excitar la rabia de los sitiadores, les mostraba desde lo alto a la bella princesa cristiana Ermisenda, que procedente del tributo ominoso de las cien doncellas, le había regalado el Rey de Granada, y a los jóvenes cautivos Pelayo, sobrino del Obispo de León, Sancho, hijo de Santiago, y Alfonso primogénito de los condes de Ribagoza, apuesto y gallardo mancebo de la nobleza de Castilla y León. Sobre cada uno de ellos un sicario o verdugo tenia un alfanje levantado, para dar a entender que la muerte les estaba próxima y aparejada, y que era en vano luchar por su rescate.

En la lóbrega cárcel reinaba de ordinario una noche perpetua. Mas, entonces, en vísperas del suplicio, una luz moribunda esparcía tenebrosa sus tristes destellos. La princesa Ermisenda, con los cabellos sueltos, en bello desorden, estaba recostada sobre los fríos y húmedos paredones del calabozo. Pelayo, Sancho y Alfonso, postrado de rodilla, dirigían sus plegarias al cielo por el triunfo de las armas cristianas, único medio de rescatar con su vida la libertad perdida.

Pelayo, al venir el día, haciendo esfuerzos inauditos, a pesar de los grillos y cadenas con que estaba aprisionado, había logrado pintar piadosamente, sobre los tostados muros de la prisión, aprovechando los débiles resplandores de la linterna, una tosca imagen de la Virgen Maria con el Niño en sus brazos, ante la cual él y sus compañeros derramaron lagrimas de dolor, y le pidieron su ayuda y socorro.

Mas, de pronto suena un confuso rumor, como de estruendo de armas y toque de cornetas, y ven con horror descender por el tragaluz, uno a uno, varios sicarios o verdugos, que traían antorchas encendidas y largas cuerdas en sus manos: y, en ultimo termino, aparece el régulo de Lebla, Abén-Malot, que seguido de algunos fakires, venían a presenciar la muerte de los prisioneros.

La princesa Ermisenda, postrada, hinojos, en actitud de éxtasis, suplicaba ante la imagen de Maria, Abén-Malot, poseído de un instinto brutal, la cogió por sus rubios y rizados cabellos y quiso abusar de ella antes de darle la muerte; pero la joven cristiana, en un arranque de varonil entereza, mordiese la lengua y la escupió sobre el rostro del califa, bañándolo con su sangre. Mas, entonces, el soberbio y despechado reyezuelo ordeno a los sicarios que las desnudasen a viva fuerza, con objeto de recrear sus miradas lasciva en el cuerpo níveo y casto de la fiel doncella; pero apenas había sido despojada de sus vestidos, una luz poderosa, que partía de la pequeña imagen de la Virgen, ofusco la vista de los presentes, hasta dejarlos casi ciegos. Momentos después, Ermisenda, victima de los sufrimientos y del terror, se había dormido en el Señor, quedando cubierto su cuerpo con un sudario de milagrosa nieve.

Abén-Malot, ante aquel espectáculo sobrenatural, huyó atemorizado de las prisiones; pero dejo ordenado que los jóvenes cautivos fuesen colgados de la argolla del calabozo y estrangulados; lo cual se cumplió exactamente.

Las tropas cristianas se ven obligadas a levantar el asedio de Lebla, marchando precipitadamente a Toledo.

Al llegar a la ciudad imperial se dispuso que la entrada fuese solemne. En primera fila iban las músicas de trompeta, tambores y añafiles, interpretando bélicas tocatas. En segundo lugar marcha la gran cruz arzobispal, que llevaba sobre una jaca blanca canónigo de basílicas toledana; siguiéndole en ordenado tropel, el Arzobispo don Rodrigo, los caballeros prelados y ricos hombres de Castilla y León, con sus respectivas mesnadas.

Mas cual no fue la sorpresa del prelado guerrero y de la nobleza castellana y leonesa, cuando al penetrar por la puertas doradas de la catedral primada, vieron con sorpresa y asombro, que les esperaban la bella princesa Ermisenda y los nobles cautivos del régulo de Lebla, Pelayo, Sancho y Alfonso, quienes le manifestaron que por la ayuda y socorro de la Virgen Maria habían vuelto a la vida y transportados milagrosamente a Toledo, mostrándoles al propio tiempo, las señales del martirio.

Lleno de júbilo por la protección de la celestial Señora, entre los vítores del ejército y del pueblo, fueron todos a dar gracias entes el altar mayor de Santa Maria de Toledo.

Puesto nuevamente cerco a la ciudad de Lebla por Alfonso el Sabio, hijo de San Fernando y conquistada por las armas cristianas, bajo los auspicios de la Madre de Dios, Nuestra Sra. de la Granada, que al frente de los ejércitos venia, hicieron su entrada triunfal por la puerta del Norte en el recinto amurallado, toda guarecida, almenada, a la que se puso el nombre de Socorro, en recuerdo de la liberación milagrosa de los cautivos cristianos por la intercesión de Maria, colocando sobre sus torres el estandarte de Castilla, que traía también pintada la imagen de la Virgen, guardándose después en la mezquita oriental.

Todavía la tradición leblense recuerda este prodigio en un lienzo colocado en la misma entrada morisca del Socorro, en el que aparece la Virgen sentada con Jesús en sus brazos y ante ella, los cautivos cristianos implora su piedad.

D. Cristóbal Jurado