los efectos del terremoto de Lisboa el 1 de Noviembre del año 1755 en Niebla

La documentación que el Archivo Histórico Nacional había recogido pueblo a pueblo se obtuvo a partir de una encuesta que el rey Fernando VI (que había sentido el temblor en el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, desplazándose de forma acelerada ese mismo día a Madrid) ordenó llevar a cabo el día 8 de noviembre al Gobernador del Supremo Consejo de Castilla, a la razón Obispo de Cartagena, solicitando información sobre lo acaecido en España a causa del terremoto. Para llevar a cabo esta encuesta se confeccionó un cuestionario que se debía contestar sin dilación, dirigido a las personas de mayor razón de las capitales y pueblos de cierta importancia de toda España. Casi literalmente, la encuesta contenía las siguientes preguntas:

1. ¿Se sintió el terremoto?

2. ¿A que hora?

3. ¿Qué tiempo duró?

4. ¿Qué movimiento se observaron en los suelos, edificios, fuentes y ríos?

5. ¿Qué ruinas o perjuicios se han ocasionado en las fábricas?

6. ¿Han resultado muertes o heridas en personas y animales?

7. ¿Ocurrió otra cosa notable?

8. Antes de él ¿hubo señales que lo anunciasen?

Consideramos que las preguntas están básicamente bien realizadas y podrían aportar muy buenos datos si se respondiesen adecuadamente, sin embargo se advierten en muchas de las contestaciones carecían de importante información o se detectan exageraciones, imprecisiones o coincidencias. No es el caso del maremoto que aunque explícitamente no se pregunta sobre los daños que ocasionó, existen numerosas referencias sobre este fenómeno.

Toda esta documentación recopilada por el Archivo Histórico Nacional queda transcrita por orden alfabético en el Apéndice II. Por desgracia existentes localidades incluidas en el resumen de la Real Academia cuyo escrito original no ha sido encontrado en el Archivo Histórico Nacional, por lo que se ha Añadido dicha información en el apéndice III. Un índice toponímico con todos los pueblos y ciudades citados se encuentra recogido en el Apéndice IV.

El informe de Niebla fue el siguiente:

En Niebla empezó el terremoto, después de las 10. Duró cerca de media hora. Maltrató mucho las Iglesias, las Casas Capitulares y otros edificios, derrocando media torre del Castillo, pero no hubo desgracia de personas. En el camino de la villa a la ciudad de Moguer se abrieron varias bocas, que arrojaron mucha agua, y arena negra que olía a azufre, y puesta en llama de una bujía chispeaba.

RELACIÓN de los efectos que en esta villa de Niebla ocasionó el espantable terremoto que en ella dio principio antes de las diez del día primero de mil setecientos cincuenta y cinco que duraría, según el parecer de los vecinos, como de doce a quince minutos.

Luego que se experimentó dicho terremoto, que lo previno la Divina Misericordia con un gran ruido como de coches que se oyó antes, salieron todas las gentes a los campos y Plazas públicas asegurándose de los estragos y ruinas que esperaban, pidiendo a Dios misericordia. Con el mortal temor de ver bambolearse los edificios que parecía no estaban cimentados, estremecerse y abrirse las paredes, pero con facilidad de no haberse experimentado los estragos y ruinas que amenazaban, por que habiéndose mandado después reconocer por Maestro de alarife dichos edificios para con vista al estado de cada una de las convenientes providencias a precaver todo peligro, y asegurar el estrago de mayor ruina, se vio que la azotea o mirador de la torre de la Parroquia del Señor San Martín se mando a derribar.

En esta Iglesia y en las demás Parroquias de Nuestra Santa Maria, y Señor Santiago, se reconocieron diferentes rajas en algunos arcos de ellas, sin ofrecer peligro alguno.

En el convento del Señor Santo Domingo se cayó parte del campanario, se dejo mucha parte de la Iglesia, se cuarteo su media naranja y la de la capilla de Nuestro Señor del Rosario y se cayeron los tabiques de las celdas.

Las Casas Capitulares se hallan todas sus paredes destronadas habiéndose arruinado una de ellas que linda con el corral de la cárcel pública a los ocho días del pasado terremoto, y las demás con la precisión de repararla por el peligro que amenaza.

La cárcel se halla igualmente con diferentes quiebras en las paredes que piden el mas pronto remedio por la calidad de ellas.

El mayor numero de casas de esta villa se halla con algunas rajas en sus paredes, sin que ofrezca algún peligro, a excepción de siete u ocho que se van a derribando sus paredes, y reedificándolas para asegurarse de todo riesgo.

La torre del homenaje del Castillo se partió de alto abajo, cayó la mitd y las otras quedo amenazando ruina.

La felicidad de no haber experimentado en esta dicha villa desgracias de persona alguna ni estrago que se ha oído de otros pueblos inmediatos, se atribuye a el benigno patrocinio de la devota Imagen de Nuestra Señora del Pino, singular abogada en cuantos desconsuelos han afligido a este pueblo, que se venera en su ermita que esta a distancia de medio cuarto de legua en un valle, inmediato a un arroyo que llaman de Lavapiés, en cuya ermita con la casa de su santero y hospedería no se ha visto que dicho terremoto ocasione quiebra alguna ni el más leve desconchado no siendo sus fundamentos los más fuerte.

Los dos Cabildos, eclesiástico y secular, pasaron a dicha ermita y, en procesión, condujeron a esta Milagrosa Imagen a la Parroquia de Señora de Santa Maria, en donde, acompañada de los dos Patronos de esta villa, el San Walabonso y el Señor Santo Domingo de Guzmán, se le ha hecho un novenario en hacimiento de gracias por haber mirado a este pueblo con mayor piedad y aplacar el enojo con su que Divina Majestad ha manifestado su sagrada ira, habiéndose hecho en el día última procesión por todas las calles y después cantando el te Deum..

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