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Fragmentos de unas cartas de D.ª Elena Whishaw al Conde de Niebla en el siglo pasado
Muy respetable señor mío:
Es que ust
edes nunca han tenido que contar las =perras gordas=, como yo, con mis minúsculo intereses ¿no creen ustedes que yo apreciaba los dulces para nuestros niños pero mucho menos hubieran sido bien suficientes con los míos, ya que resultaba hasta tres paquetitos para cada uno de los amiguitos de los obreros , y otros de su casa y el Castillo, mas los 132 del Catecismo, y los chicos dejados fuera por el baldado en la remesa del verano. ¿Creía Carmen que los de este colegio van a misa? Pues nunca jamás; ni ellos ni sus padres, los radicales ricos del pueblo. Tampoco va el mismo baldao. Pero ya ustedes han acabado con el de una vez gracias a Dios. Y les agradezco que no van a proporcionarme disgusto con tratar en lo porvenir con los malos; y lo que pido con insistencia es que no haya mas regalos a no ser devocionarios, rosarios o santitos o cosas así para los mismos niños del Catecismo, de quien D. Otilio nos dará la lista cuando ustedes piensen visitarnos otra vez.”
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Para darle cuenta de un descubrimiento que hemos hecho en estos últimos días:
Y es que tenemos la prueba que en el gran patio de la plaza de armas era griego, antes de romano, y lo sabemos por que tengo en el museo una columna Jonica de pura cepa, que yo compre hace unos seis años de Bonares, cuando derribaron el antiguo Ayuntamiento, y me dijeron que era del Castillo de niebla.
Niebla, sin fecha
Respetable señor mió:
por encargo de doña Elena, que ha estado muy grave, hasta el extremo de tenerse que quedar una de las noches el medico, hasta la una, asistiéndola, y que ya a Dios gracias, va mejorando bastante, aunque muy lentamente, me complazco, en participarle que en la noche del 26 pasado asaltaron el Castillo una familia y empezaron a meter los muebles en el murete que usted compro a Ales, y seguidamente fue avisado la Guardia y el Alcalde, y fueron expulsados del murete los intrusos con sus muebles. El Alcalde, que es muy amigo de la señora le tiene prometido que el se encargara de que nadie intente meterse en el Castillo, por cuyo motivo, como están las cosas, se están de suerte.
Niebla a 17 – 07 - 1936
Fragmentos de la correspondencia del Duque de Medina Sidonia a la Inglesa
Niebla a 18-de Junio de 1934
Distinguida señora:
Mi interés p
rincipal es, y parece que se olvida a cada paso de el, restaurar el Castillo y para eso se manda mil pesetas todos los meses
Si se pone usted a comprar casas no mandamos mas, pues la vida aquí ya esta muy cara para que además usted no aproveche el dinero en su justo empleo.
Por esta vez puede usted comprar el solar o lo que sea. El interés, que conste, es que usted se sabe mas importante en el pueblo con estas cosas, a costa de los demás, desde luego; pero ya digo, por esta vez si. Pero nada mas de comprar, que sobra dinero en Junio, pues en Julio se coge mas obreros, mas gentes ganando pan y mas se adelantan en las obras del Castillo. Esto es lo que queremos la señora Duquesa y yo y nada más. Así que ya lo sabes usted. Recuerdo a todos.
La aprecia,
El Duque de Medina Sidonia
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