1º CAPITULO DE MADINA LABLA NIEBLA


Fue en el año 713, o sea, dos después de la invasión  de España por las tropas berbericas de “Taiq b. Ziyad”, y uno de la llegada de los árabes del amir “Muza b. Nusayr”, cuando el hijo de este , “Abd al-Aziz b. Muza”, en correría por  el Oeste andaluz, desde Sevilla hasta Faro, conquistó la histórica y renombrada ciudad de ELEPLA, engarzándola, como florón valioso, en la corona del naciente reino hispano – musulmán.
Cuando la conquista de Sevilla por el emir “Musa”, el año 712, las fuerzas godas que guarnecían dicha población, tomaron la vía romana que se dirige por Niebla a las bocas del Guadiana (1) y pasando el río, donde se creían más seguras, se atrincheraron para poder resistir el probable avance de los invasores. Y cuando mas tarde, tubo el caudillo árabe que sitiar la fortaleza de Mérida, mandando venir desde Africa a su hijo “Abd al – Aziz”, con tropas suficiente para poder tomar la población, los cristianos de Sevilla, ayudados por sus compatriotas de Béjar y Niebla, se sublevaron contra la pequeña guarnición “berebere”, dando fin con cuantos no pudieron huir en dirección á la fortaleza sitiada. Y tras de reducir nuevamente la plaza sevillana, dejando en ella una guarnición árabe, el joven caudillo realizó afortunadas expediciones militares, conquistando, entre otras plazas, las de Niebla, Beja y Ossonoba, continuando después hacia el Oriente, donde firmó interesantes capitulaciones con el jefe godo Teodomiro.


Durante los cuarentas años del “amirato” dependiente de Damasco, la ciudad de “labla” figura entre el numero de los mas importantes, tanto por su posición y fortaleza, como por la calidad guerrera de sus habitantes. “Qaysies” y “yemenies” , árabes y “beréberes”, trajeron a la península el veneno de su pasión y la intensidad suicida de sus luchas internas. Y conquistada, como hemos visto, por las tropas árabes, tomaron posición de sus terrenos y riquezas los mas notables “yemenies” que habían de dar “al-Andalus” días de gloria, grandeza y prosperidad. Tranquilo pasaron, para la ciudad, los primeros años de vida musulmán. Nada le afectó la sedición berberisca del “amir””Abd al-Malik b, Qatán”, y cuando “Abu-I-Jttar” distribuyó a los sirios de “Balch” en feudo o “chunds”, para librarse, en la defunción, de la fierezas de su dominio, el “chund” de Emesa vino a disfrutar de las ricas tierras de “Lebla” y su comarca, como asimismo de la de Sevilla y toda la región del Aljarafe,

Eduardo Saabedra: "Estudio sobre la invasión de los árabes". Madrid. 1892.  

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