¿Condado de Niebla o de Huelva?


Cuando hablamos del Condado no podemos referirnos a otro que al único que históricamente existió por estas tierras, esto es, al Condado de Niebla, creado en 1369, por el rey Enrique ll de Trastamara, y concedido a su primo don Juan Alonso de Guzmán, primer conde de Niebla; territorio claramente definido en la carta de concesión y que englobaba los lugares de “Trigueros, Beas, Rociana, Villarrasa, Lucenas, Bonares, El Castillo de la Peña Alhaje con el campo del andevalo, la Alcaria de Juan Pérez, Calañas, Facanias, el Portichuelo, Paymogo, e los demás sujetos a Niebla”.

Es a ese territorio y no a otro, al único que con propiedad podemos denominarle Condado de Niebla. El Condado de Huelva no existió nunca.

Algunos argumentan que a ciertas villas se le llama “del Condado”, por que con independencia del histórico Condado de Niebla, existe lo que llaman la Comarca del Condado de Huelva; argumento que se estima igualmente erróneo. La Constitución Española de 1978, dice al respecto en el articulo 137 que, “El Estado se organiza territorialmente en municipios, en provincias y en las Comunidades Autónomas que se constituyan”. Las Comarcas no existen constitucional ni jurídicamente, ni están delimitadas en la España actual.

Resulta impropio y falto de rigor llamarle “del Condado”, a villas y ciudades que jamás pertenecieron al histórico Condado de Niebla. Desde el siglo Xlll la que fuera alquería árabe de “Palmiti”, se llamó La Palma “a secas” y fue el gobierno del General Primo de Rivera en 1928, quien erróneamente le añadió el apellido “del Condado”. Bollullo se titula “par del condado”, esto “próximo o junto al Condado”, pero no integrado en él.

Ambos apellidos se le otorgaron ambas ciudades, por haber pertenecido a los Pérez de Guzmán, las Villas de Ayamonte, Lepe, La Redondela, Huelva, Sanlucar de Barrameda, Rota, El Puerto de Santa Maria, Chiclana, Vejer y Medina Sidonia, por ejemplo, sin que por ello les apellidemos “del Condado”. El Condado de Niebla fue uno de los territorios que pertenecieron a dicha Casa, como tantos otros comprendidos hoy en la provincia de Cadiz y Huelva.

Igualmente resulta impropio y falto de rigor, que la denominación de origen de los vinos de la provincia, se llama “Condado de Huelva”, se ajustaría mas a la realidad geográfica que ampara, toda vez que, los catorce municipios que la denominación de origen engloba como criadores de vinos, solamente seis “Beas, Bonares, Niebla, Rociana, Trigueros y Villarasa” formaron parte del Condado de Niebla, sin que los ocho restantes “Almonte, Bollullos, Chucena, Hinojos, La Palma, Manzanilla, Moguer y Villalba” pertenecieron nunca a él y, sin embargo, todos ellos pertenecen a la Campilla o tierras llanas de Huelva.

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