Alfonso X el Sabio apretaba al asedio de la ciudad.
Ya llevaba siete meses, cuando al cabo de los cuales, refiere la crónica que se presentó una plaga de langostas y moscas en el Real de los Cristianos, que cayendo en la comida producía unas intensas fiebres en la que morían diariamente muchos soldados, en vista de ello, acordaron levantar el campamento de Lebla y marcharse hasta mejor ocasión.
Cuando acabó la plaga y las enfermedades no tardó mucho tiempo el feliz momento de tomar la ciudad pues a los dos meses era tan apretado el cerco y tal escasez de víveres que había en Lebla que Aben-Mafot no tenia comida ni para si ni para sus tropas, recurriendo en ultimo extremo a la astucia de hacer salir un "buey" cebado por la puerta hacia Onuba (Huelva) al Poniente ( Que desde entonces se llama la Puerta del buey), hacia los reales de Don Alfonso el Sabio, estratagema que no dio resultado, viéndose entonces obligado Aben- Mafot a rendirse a discreción, pidiéndole humildemente al Rey Sabio que lo dejase a salvo a el y los suyos, lo cual le otorgó benignamente Don Alfonso, concediéndole a el ultimo Rey de Lebla el titulo de Señor la Algaba junto a Sevilla con todos sus terrenos, (donde existe todavía la huerta llamada del Rey)
Ya llevaba siete meses, cuando al cabo de los cuales, refiere la crónica que se presentó una plaga de langostas y moscas en el Real de los Cristianos, que cayendo en la comida producía unas intensas fiebres en la que morían diariamente muchos soldados, en vista de ello, acordaron levantar el campamento de Lebla y marcharse hasta mejor ocasión.
Cuando acabó la plaga y las enfermedades no tardó mucho tiempo el feliz momento de tomar la ciudad pues a los dos meses era tan apretado el cerco y tal escasez de víveres que había en Lebla que Aben-Mafot no tenia comida ni para si ni para sus tropas, recurriendo en ultimo extremo a la astucia de hacer salir un "buey" cebado por la puerta hacia Onuba (Huelva) al Poniente ( Que desde entonces se llama la Puerta del buey), hacia los reales de Don Alfonso el Sabio, estratagema que no dio resultado, viéndose entonces obligado Aben- Mafot a rendirse a discreción, pidiéndole humildemente al Rey Sabio que lo dejase a salvo a el y los suyos, lo cual le otorgó benignamente Don Alfonso, concediéndole a el ultimo Rey de Lebla el titulo de Señor la Algaba junto a Sevilla con todos sus terrenos, (donde existe todavía la huerta llamada del Rey)
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