Niebla, ciudad medieval, Murallas, torreones, castillos y sabor viejo. No pretendo, reivindicar el pasado de mi pueblo venido a menos, No pretendo entretener el tiempo en este siglo, que tanto trabajo hay por hacer, en vestir a Niebla con trajes antiguos y poner centinelas en los torreones, para que sepa a bonito el conjunto.
No. Es agua estancada, Niebla es bella así, con esa desnudez de la piedra derruida, de barro rojizo y cal apisonado. Niebla es así hoy, así nos ha llegado y así hemos de digerirla. El que desee gozarla, la gozará así, que está pura ahora, aun con un débil manto de tiempo pasado en las dos espadañas que despuntan entre su caserío.
Os invito a visitar Niebla, vaya a Niebla. Pocos pueblos podrán ver como Niebla. Su maravilla está presente, en cada calle, en cada almena, en cada piedra de sus murallas. Niebla, ciudad medieval, que por suerte para ella, no esta hecha en este siglo que vivimos. Es medieval.
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